Estamos rodeados de perfectos.
Ayer una persona ha ido a firmar una condena porque sus bien pagados asesores y abogados han tenido una interpretación fiscal diferente al que tienen los inspectores de Hacienda.
No quiero enrollarme, pero básicamente Hacienda ha obligado a que los derechos de imagen de un profesional del deporte aunque provengan de campañas en el extranjero y teniendo en cuenta que estas personas funcionan exactamente igual que una empresa, declaren todos esos beneficios vía IRPF en España. Y a mí me parece bien ese criterio, aunque la ley no era clara en este caso y daba pie a interpretación.
Lo que me sorprende, es esa manada de perfectos que demonizan y se permiten juzgar e insultar a una persona que paga a unos abogados para que gestionen sus ingresos, entendiendo que harán siempre lo correcto, confiando en que tratarán de optimizar los impuestos como suele hacer todo hijo de vecino, pero siempre dentro de la ley.
¿Acaso alguno de estos perfectos cree que estas personas acomodadas instan a sus asesores a cometer delitos y poner en peligro la libertad de su acomodada vida? No quiero decir con esto que no pueda pasar, ¿pero alguno tiene la confirmación como para juzgar que sí es así?
Que nos roban, que son malos, que hay que ser estúpido para pedir un autógrafo a alguien así....
¡ Cuánta superioridad moral en la manada de los perfectos !
Pues yo no soy perfecto, y quizá por eso no me atrevo al juicio fácil sin conocer en profundidad las circunstancias, también soy compasivo con según qué acciones, pero sobretodo prudente.
También soy capaz de entender el error, porque los veo también en mí, de perdonar, de ser indulgente, y de no rasgarme las vestiduras cuando otro se equivoca.
De hecho, una de las personas que más me ha inspirado, un buen amigo a quien tengo en muy buena estima y consideración, ha estado algunos años en la cárcel.
Espero que los perfectos puedan perdonarme por ello. Con tanto cuchillo con hambre de sangre ajena cualquiera se libra....
Ayer una persona ha ido a firmar una condena porque sus bien pagados asesores y abogados han tenido una interpretación fiscal diferente al que tienen los inspectores de Hacienda.
No quiero enrollarme, pero básicamente Hacienda ha obligado a que los derechos de imagen de un profesional del deporte aunque provengan de campañas en el extranjero y teniendo en cuenta que estas personas funcionan exactamente igual que una empresa, declaren todos esos beneficios vía IRPF en España. Y a mí me parece bien ese criterio, aunque la ley no era clara en este caso y daba pie a interpretación.
Lo que me sorprende, es esa manada de perfectos que demonizan y se permiten juzgar e insultar a una persona que paga a unos abogados para que gestionen sus ingresos, entendiendo que harán siempre lo correcto, confiando en que tratarán de optimizar los impuestos como suele hacer todo hijo de vecino, pero siempre dentro de la ley.
¿Acaso alguno de estos perfectos cree que estas personas acomodadas instan a sus asesores a cometer delitos y poner en peligro la libertad de su acomodada vida? No quiero decir con esto que no pueda pasar, ¿pero alguno tiene la confirmación como para juzgar que sí es así?
Que nos roban, que son malos, que hay que ser estúpido para pedir un autógrafo a alguien así....
¡ Cuánta superioridad moral en la manada de los perfectos !
Pues yo no soy perfecto, y quizá por eso no me atrevo al juicio fácil sin conocer en profundidad las circunstancias, también soy compasivo con según qué acciones, pero sobretodo prudente.
También soy capaz de entender el error, porque los veo también en mí, de perdonar, de ser indulgente, y de no rasgarme las vestiduras cuando otro se equivoca.
De hecho, una de las personas que más me ha inspirado, un buen amigo a quien tengo en muy buena estima y consideración, ha estado algunos años en la cárcel.
Espero que los perfectos puedan perdonarme por ello. Con tanto cuchillo con hambre de sangre ajena cualquiera se libra....
Comentarios
Publicar un comentario